Todas las organizaciones han contratado al líder “perfecto”, y varios meses más tarde, ¿qué pasó? ¿A quién contratamos? Las probabilidades son, que usted no ha contratado a la persona equivocada, sino que:

“No se llevaron a cabo aquellas actividades críticas para asegurar su éxito en la organización”

“La rotación del líder implica costos estimados de un 150 % de su compensación anual”

Las organizaciones gastan miles de dólares de inversión en la adquisición de un gran talento, sólo para descubrir que su nuevo líder ha fracasado debido a un pobre proceso de asimilación a la nueva organización.

Programa de Asimilación de Nuevos Líderes

Originalmente fue diseñado por el USA ARMY, y hoy es ampliamente utilizado para la alineación y efectividad del Líder y su equipo de trabajo.

Es ampliamente utilizado para la alineación y efectividad del Líder y su equipo de trabajo.

El objetivo fundamental del programa es la maximización de la efectividad de equipo, y optimización en la relación con el nuevo líder; como base para la focalización y éxito en la gestión del negocio. A través del desarrollo, acompañamiento e involucración con el nuevo líder y su círculo 360, facilitamos en los primeros 100 días.

Revertimos este efecto si rápidamente se establecen las relaciones, se aprende a evaluar, para entender claramente su rol, las expectativas, y cómo adaptarse en el nuevo ambiente y cultura. Este proceso típicamente se logra entre los primeros seis y nueve meses, pero, con el incremento de las demandas en el mundo de los negocios hoy en día, se espera que puedan responder rápidamente.

Nuestro proceso científico e integrado, minimiza factores de riesgos, y acelera la integración efectiva del nuevo líder en la organización de forma temprana.

Las 10 características con las que debe contar un buen líder:

Las cualidades clave de liderazgo se pueden aprender, perfeccionar y mejorar en todos los niveles de su organización. 

Necesitamos buenos líderes que nos ayuden a guiarnos y a tomar las decisiones esenciales a gran escala que mantienen el mundo en movimiento. 

Nuestra sociedad suele identificar rápidamente a un mal líder, pero ¿cómo se puede identificar a uno bueno? ¿Qué diría la mayoría de la gente que hace a un buen líder?

Integridad, Delegación, Comunicación, Conciencia de sí mismo, Gratitud, Agilidad de aprendizaje, Influencia, Empatía, Coraje, Respeto.

Primero, creemos que los líderes se hacen, no nacen. Dicho de otra manera, el liderazgo es una habilidad que se puede desarrollar. Los buenos líderes se forman a través de la experiencia, el estudio continuo y la adaptación. 

Entonces, puede fortalecer cualquiera de estas 10 características de un buen líder, si está abierto al crecimiento y dedica tiempo y esfuerzo a la superación personal. De manera similar, las organizaciones pueden ayudar a su gente a perfeccionar estas cualidades de liderazgo brindando amplias oportunidades de capacitación, ofreciendo apoyo para aprender de los desafíos y utilizando experiencias para impulsar el desarrollo.

La colaboración construye líderes fuertes.

También es esencial darse cuenta de que el liderazgo es un proceso social. Se trata menos de un individuo fuerte o carismático, y más de un grupo de personas que trabajan colectivamente para lograr resultados juntos. Si demuestra varias de las características de un buen líder, pero no logra comprender este punto clave, es probable que no llegue muy lejos por su cuenta. Puede ser querido y respetado, pero será un desafío lograr los objetivos del equipo o de la organización. Los resultados del liderazgo tienen que ver con crear dirección, alineación y compromiso, o DAC, dentro de un grupo.

El buen liderazgo nunca se detiene.

Diferentes equipos, proyectos y situaciones proporcionarán diferentes desafíos y requerirán diferentes competencias de liderazgo para tener éxito. 

Las organizaciones pueden fortalecer las cualidades de liderazgo y fomentar niveles más profundos de compromiso en el trabajo al proporcionar una variedad de experiencias de aprendizaje en el trabajo, tutoría y oportunidades formales de desarrollo.